El Artista... debe demarcar con su estética, los nuevos sentidos sociales,
maxime cuando la moral y la ética no son suficientes









no es  más que una excusa, un proyecto de discusión intervención y reflexión   conjunta y organizada, un escenario  creado con el propósito de incentivar la  elaboración de propuestas en torno al arte, sus expresiones y sus relaciones con lo social. Entendiendo lo social no como una categoría abstracta, sino como alusión a nuestro contexto local, regional y nacional.


La capacidad que posee el arte (en relación con las múltiples expresiones de los social) para destruir y construir imaginarios, se erige en factor fundamental en un país que ha trasegado su historia en un torbellino de conflictos y odios, conflictos que se alimentan de la pasividad la polarización y el engaño.

“Testigos de este trágico momento histórico” e “indignados y dolidos por la guerra que arrasa al país” ojo y vista hace eco del llamado a “conformar una resistencia por la cultura de la vida, la tolerancia y la justicia” sumándonos a “la creación de un movimiento cultural amplio y unido en la diversidad, impulsado por artistas e intelectuales, que sea los ojos, los oídos y la reflexión crítica de nuestra realidad, y que tienda puentes con otros movimientos sociales que hoy manifiestan en la calle su inconformidad … “

No podemos, en un intento desesperado por ignorar nuestra realidad, seguir escondiendo la cabeza en la arena. El artista, creemos, además de poseer destrezas y rudimentos técnicos también está en contacto con elementos críticos y conceptuales que, aprovechados en su conjunto, le permiten insertarse de manera activa en su contexto.

 Esto sugiere la existencia de cuestiones no solo formales –el cómo se hace- en la práctica artística sino también del tipo: qué, cómo, para qué, dónde etc. Que le permiten desarrollar su quehacer con y en los distintos procesos sociales en los cuales se desarrolla.

Y es través de la crítica responsable, no emocional, sentimental o histérica que  el artista, como intelectual, puede interpretar y leer un momento dado en su entorno para reaccionar por medio de la acción simbólica, actualizando las construcciones (imaginarios) que se tejen sobre sus prácticas, proponiendo otros órdenes y preguntas que superen nuestros conflictos sociales.

No nos imaginamos, claro está, la idea mesiánica de que el artista sea el sujeto llamado a  liderar una transformación social en un momento determinado; solo indicamos el papel del artista como un intelectual que a través de la crítica comprometida y responsable indica y  visibiliza mediante su que hacer problemáticas concretas de la sociedad, proponiendo posibles soluciones, insertándose e incentivando la organización y movilización social unitaria como única fuerza capaz de producir cambios estructurales.

Ojo y Vista es un proyecto al cual puede caer cualquier grupo, combo o expresión estudiantil que le apueste a la construcción de nuevos ordenes simbólicos desde la práctica artística.

Las actividades propuestas por  Ojo y Vista se basan en discusiones propias de la problemática artística en relación con su entorno y en acciones que nos permitan aterrizar y traducir esas discusiones.

Frente a la primera dimensión, la de discusión, Ojo y Vista propone desarrollar conversatorios en torno a las problemáticas que, en conjunto, se propongan como fundamentales.  Estos conversatorios serán abiertos, se desarrollaran en ciclos semestrales y se titularan “arte para qué, arte para quién”.

Ya existe una primera experiencia. El semestre pasado lanzamos el primer ciclo de conversatorios con los temas de arte - conflicto armado y arte - agendas políticas, con invitados de la talla de Patricia Ariza, Sergio Gonzales, Guillermo Parada y Lisandro Duque. Con las memorias de este primer ciclo pasamos a bienestar la propuesta de publicación.

Frente al segundo punto, el de acción; Ojo y Vista es una propuesta de construcción colectiva que no se contenta con la discusión que se da en el salón, en la cafetería o en el conversatorio sino que se esfuerza en aterrizar las discusiones a la cotidianidad propia de quienes construimos-deconstruimos universidad y sociedad.

Proponemos todos los viernes (cada ocho o quince días) aterrizar nuestros puntos de vista en torno a la relación: arte-artistas-universidad-Sociedad. El aterrizar estas discusiones pasa por proponernos actividades que nos permita dar a conocer el proyecto, sus objetivos y fines. Las actividades se concentraran en la Plaza Lenin y en las demás plazoletas de los edificios de la Facultad (conservatorio, artes plásticas y diseño grafico) en acciones de tipo grafico, performático, sonoro etc.

Las actividades que este semestre se han desarrollado han tenido como temática la “apropiación del Campus universitario”. Según lo discutido en la Asamblea de la Facultad, estas acciones pueden ser excusa para la agitación de temas  importantes como el Bienestar Universitario y la desfinanciación de la Universidad, recordemos que la vida del artista peligra desde la universidad.

Bajo estas dos dimensiones (discusión y acción) el proyecto Ojo y Vista crece y se desarrolla.
  
Como un “inclemente torbellino”, en cual reconfiguramos simbólica y materialmente nuestros espacios vividos, nuestras utopías evocadas, se nos presenta la realidad colombiana; un torbellino capaz de generar en algunos sectores prolongadas desobediencias, rebeldías y subversiones ante todo tipo de desafueros e injusticias, y en otros, intrincados signos de apatía y sumisión ante los mismos.

 
De lo que se trata aquí -queramos o no– es de RECONOCER que este torbellino transversa nuestra cotidianidad, y las subjetividades que sobre ella generamos. Reconocer significa –en este caso- ampliar las posibilidades de formación, creación, apropiación y reflexión por medio de nuestras prácticas artísticas.


Abstenernos de pensar nuestras disciplinas como desnudas técnicas de creación, y en cambio convenir en REFLEXIONAR sobre nuestro papel y compromiso frente a las divergencias políticas, culturales y económicas que el actual contexto esculpe en nuestras prácticas; máxime aun cuando el conflicto además de político y económico, se hace simbólico en la medida en que se reproduce en los imaginarios colectivos, incrustándose con natural descomposición en el tejido social.

 
Con la indeleble convicción de contribuir en la creación de órdenes sociales distintos a los ya asimilados culturalmente, planteamos escenarios en los cuales converjan las diferentes formas de ordenar y significar el mundo por parte de cada una de las disciplinas artísticas.
es un proyecto de creación, intervención y reflexión; que además de evocar la diferencia relacional entre el ver y el observar, hace alusión a esta realidad (colombiana) en la que significativamente se ven reducidos los signos vitales del artista, quien debe demarcar con su estética los nuevos sentidos sociales cuando la moral y la ética no son suficientes.